Ya campeones del mundo, Kylian Mbappé y la actual generación de talentosos jugadores franceses apenas amenazan con estar comenzando.
Al anotar su cuarto gol del torneo y el cuarto de Francia en la victoria 4-2 sobre Croacia, Mbappé, de 19 años, se convirtió en el jugador más joven desde Pelé en anotar en una final de la Copa del Mundo.
"Tengo una historia que escribir, esto es solo el comienzo. Tengo la intención de ir más allá", advirtió un pletórico Mbappé. "Hice públicas mis ambiciones colectivas al comienzo de la Copa del Mundo, era para ganarla. Es la vida que queríamos. Estamos orgullosos de hacer felices a los franceses. Éramos conscientes de que también teníamos este rol, porque vemos que olvidan todos sus problemas. Jugamos para este tipo de cosas. Siempre dije que no quería estar solo de paso por el fútbol".
Objetivo cumplido, pues no es la primera vez que el veloz delantero del Paris Saint-Germain ha merecido comparaciones con Pelé en Rusia. Al marcar dos veces contra Argentina en octavos de
"Ganar una Copa del Mundo tan joven abre puertas. Ahora necesito seguir trabajando", agregó Mbappé, quien insistió en que permanecerá "100%" en el PSG a pesar del interés del Real Madrid en convertirlo en el sucesor de Cristiano Ronaldo como campeón europeo de clubes.
Mbappé parece destinado a heredar algún día la corona de Ronaldo como titular del Balón de Oro y ahora es serio contendiente para terminar la década de dominio del portugués y Lionel Messi como mejor jugador del mundo.
"Ser campeón mundial es enviar un mensaje, es un pasaporte para seguir trabajando y hacerlo aún mejor", analizó antes de valorar su gol. "Es genial, especialmente porque es un gol que nos permite despegar. Celebro mi alegría con mis compañeros de equipo. Tengo sueño fácil, pero no me voy a dormir, vamos a celebrar, volveremos a trabajar en unas semanas".